El cerdo nos ofrece muchas ventajas según la procedencia y el tratamiento de la carne.
María José Villacreses, Nutricionista – Hospital de los Valles
En los últimos años el consumo de carne ha sido motivo de debate, especialmente sobre sus beneficios y perjucios a la salud.
La mayor parte de bibliografía nos indica que debemos preferir las carnes blancas como: pollo, pavo, pescados y otras. Al momento de comer carne debemos analizar los siguientes aspectos: tipo de preparación, forma del corte y la alimentación del animal antes de su faenamiento.
De ahí, que el cerdo es uno de los animales rico en micro y macronutrientes, beneficiosos para la salud siempre y cuando la alimentación que haya recibido antes esté controlada y adecuada y que la preparación y el corte tengan menos grasa.
¿Qué nos brinda la carne de cerdo?
- Aporta zinc, fósforo, sodio y potasio, que otorgan gran equilibrio electrolítico. Es fuente de vitamina B12 y presenta de 8 a 10 veces más de tiamina que el resto de las carnes (Pronutrir, 2011).
- La carne de cerdo está constituida por lípidos monoinsaturados; su contenido de colesteroles similar al de pollo y ligeramente superior al de ternera, de la cual el 70 y 80% se encuentra esterificado con ácido palmítico, esteárico u oleico.
- A los compuestos bioactivos de la carne de cerdo se atribuye actividades funcionales antioxidantes o antihipertensivas y estos compuestos son: tiamina, carnosina, anserina, L-carnitina, glutamina, coenzima Q10, taurina, creatina y creatinina.
- La función antihipertensiva se relaciona con la inhibición de la enzima angiotensina implicada en el sistema renina angiostensina (Pronutrir, 2011).
Falsos conceptos de la carne de cerdo
- ¿La carne de cerdo es roja? Falso. Está considerada internacionalmente como blanca y magra. El color de la carne está determinado, en su mayoría, por la concentración de mioglobina en su tejido muscular (1 a 3mg/g). La carne de res y cordero tienen 4 a 10 mg/g y 4 a 8 mg/g, respectivamente.
- ¿La carne de cerdo causa daño al estómago? Falso. El efecto negativo para el estómago está relacionado por la manera de cocción e ingredientes con los que se prepara. El exceso de grasa, aceites reutilizados, combinación con preparaciones ricas en carbohidratos pueden ser la verdadera causa del malestar.
- Mito: ¿La carne causa obesidad? Falso. El consumo junto a una dieta equilibrada previene el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles.
- Mito: ¿La carne es perjudicial para los huesos? Falso. El aporte de calcio de las carnes es bajo; sin embargo, tiene fósforo, calcio y magnesio, que ayuda a los huesos y dientes.